domingo, 1 de julio de 2007

La bailadora de Negro

Cuando la vi entrar a la taberna la Fuerza, me pregunte: ¿esa pelada que hará acá? con esa pinta, fijo se va aburrir.

Pero no le di importancia, hasta que luego de un rato, vi que esa mujer era cosa seria, candela pura, poseída por los espíritus de los bongoes y los timbales; se movía por la pista con alegría; opacando a sus parejos y gozando de la Salsa. Con esa alegría que solo es fruto de la salsa y su juventud.

Cuando me acerque a ella, lo primero que le dije fue: “de donde sacas tanta energía”, y ella solamente me sonrió, mas tarde cuando estaba terminado de entrevistarla me dijo que: “esa energía me sale, por que la salsa la llevo en las venas, me sube, puff, sale sola; es por eso que le meto tanta energía cuando bailo”.

Salimos un rato de la fuerza, le conté por que estaba allí, y que quería entrevistarla, así fue que puse el nombre a esa energía juvenil, que se desliza por la pista, Marilyn, me dijo que se llamaba. Esa mujer de veinte años, de piel trigueña, de estatura baja, delgada pelo negro ondulado, que se mueve con gracia y encanto por el bar.


Marilyn y Héctor.

El sabor que tiene, el sabor de barrio que tiene, la energía que los cantantes le ponen, la humildad, que le ponen, por que la salsa es pa´ gente humilde, las letras el ritmo.

Esto lo que le gusta de la salsa a la Marilyn, una salsera con 14 años de experiencia, más de la mitad de su vida. Estos años que lo ha compartido con una amiga (la salsa) y la voz del Cantante de los Cantantes; que se lo presentó su padre, en una de las muchas sentadas en la sala de su casa, para escuchar salsa, allí escucho al cantante de Héctor Lavoe que fue el detonante del idilio que vive la Marylin con el Héctor.

Ese romance, que la embarcado en una búsqueda casi compulsiva por todas las canciones que Héctor cantase, las que hizo con Willie Colón y en solitario, en esas búsquedas se dio cuenta que ella sola, no admiraba a Héctor. Que en muchas partes del mundo disfrutan su de su voz; ha conocido a muchos por medio de la Internet, incluso supo que en el Perú el Héctor es casi un Dios.

En lo poco que hablamos, me contó varias cositas que había conocido de su Héctor.
Héctor como todo hombre es propenso a la decadencia. En 1968 inducido por Ismael Miranda empezó a drogarse con heroína. Miranda años después salio de las drogas e intento sacar a Lavoe, pero no lo logro. Héctor ya iba por su camino, aunque todavía no tocaba fondo. Así pasaron los años hasta que a finales de los ochenta contrajo SIDA, y aquí empezó a tocar fondo.

La Marylin me dijo que cuando vió las entrevistas que concedió meses antes de morir, sentía que se le partía el alma, por verlo todo chupado, casi sin pelo y sin esa voz que lo hizo admirarlo.

Finalmente Héctor murió el 29 de junio de 1993, a los 46 años de edad victima de un ataque cardiaco, dejando dos hijos José Pérez y Leslie, y fué a reunirse con su hijo Héctor Junior que había muerto años atrás a causa de un disparo accidental en la casa de un amigo.

La muerte de Héctor, no fue el fin de la admiración por parte de Marilyn, esta continuó en el tiempo y en el espacio, su voz todavía la acompaña ( y también nos acompaña a muchos) en canciones como Joven contra Viejo, en donde un sueño de su ídolo se ve materializado, ya que en esta canción Héctor canta con su inspiración Daniel Santos, canción en la que los dos coincidimos representa, un relevo generacional entre el Son Cubano y el Bolero de Daniel Santos, y la salsa de Héctor Lavoe.

Ya cuando las preguntas se me agotaban y a ella la llamaba la rumba dimos por terminada la entrevista, se fue a bailar y seguir disfrutando de la Salsa.

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