La vieja chila.

“Usted sabe que la salsa es antigua, el regueton no, la Salsa permanece el regueton no” La vieja Chila.

Cada vez que escucho en Latina Stereo, el debate de soneros escucho una voz ronca que de una me sacaba una sonrisa.

Y por que le gusta Latina Stereo (preguntaba Jairo Luis García)

Por que es la one, la two, y la Tree (responde la voz)

O

Por que es la única la mundial, mundial.

O también

Por que es como Celia Cruz, la reina de la salsa.

Esa alegría y ese desparpajo con el que habla la vieja Chila, pinta de colores los segundos en que habla, cada viernes la escuchaba, poco a poco y sin conocerla, la fuí queriendo. Uno de los motivos para caer al club de amigos de la Salsa, que se iba realizar en la taberna La Fuerza, esa conocerla, ver como es la vieja Chila, quería conocer a una institución de la salsa en Medellín.

Y allí estaba yo esperándola, cuando vi entrando a una veterana, pensé en que era ella, y así era la vieja Chila en persona. Cuando se acomodaron pedí que me la presentaran, y tuve el honor de hablar con ella.

Toda una vida gozando con la salsa.

Antes de ser la vieja Chila, era la Clarivel, o la vieja Clarivel, era frecuente verla por los bares de Palacé (una calle en el centro de Medellín), donde sonaba el golpe fuerte de la Salsa.
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Desde los 12 años escuchaba la salsa, y a los 15 años empezó su deambular de la mano de su parcera (la salsa), parcera que no la dejara ni cuando muera por que sabe que cuando la pongan en una cunita blanca; allá arriba en el cielo, sonara ese sonido celestial, por que ella me dice que: “allá están los grandes, Daniel Santos, Ray Barreto, Pete “conde” Rodríguez, Héctor Lavoe, Tito Puente, y demás soneros ”, ¡que fiesta tan bacana la que se armo en el cielo¡.

Clarivel caminaba por las calles de Palacé y sus amistades le gritaban: “vieja Clarivel, donde suena el buen golpe?”, y ella los llevaba los mejores bares de esa época. Ya que los conocía todos y además en varios de ellos había trabajado, entre ellos el Aristi, el Chocolo, Carruseles, el Bogaloo, la Casita antillana, y el Perro Negro.

Desde esa época va con su salsa por todos lados, me dice, que cuando va en un bus y escucha Salsa le dice al chofer “parcero, súbale a ese temita que suena muy bueno” y el Fercho se queda mirándola y le dice: “uhh cucha, yo a usted la conozco, usted es la vieja Chila si o que”. Es que por donde va, los salseros la reconocen, la quieren y la cuidan como lo hacen en su barrio, el Granizal.

A la vieja Chila no se le puede hablar de regueton, ni de vallenato. Cuando por su casa escucha que ponen regueton ella pone salsa a todo taco, y sabe que los pelados de la esquina de su calle, se soyaran más las Salsa que el regueton. Como, cuando un día que puso la salsita y otro vecino puso reguetton, los pelados le gritaron al vecino: “que va home apaga esa guevonada, que lo de nosotros es la salsa”.

La vieja Chila tuvo 8 hijos, hoy le hacen falta 6, y aun la acompañan sus hijos, el Chapulín y la Mariposita, y sus nietos el Fritico y el Zorrito. Pero también la acompañan muchos hijos adoptivos por parte de la salsa, que sin conocerla la recuerdan y la quieren.

La vieja Chila, ha hablado con sus estrellas, conoció a Ismael Rivera, se tomo fotos con los Hermanos Lebron, con Celia Cruz. También cuenta en su haber de estrellas, a Henry Fiol, Alfredo la fe y Cheo Feliciano, los ha querido mucho, cuando murió La Celia, la embargo una gran tristeza, pero ella sabe que la Celia Cruz, esta pasando muy bueno en el cielo y aquí seguimos gozando con su sabor.

La vieja Chila pasa sus días escuchando Latina, día y noche, disfrutando del sonido de las palmeras, que sale de sus dos radios (o animalitos, como ella le dice). Aunque ella no baila por que su salud no se lo permite, aún pero sigue gozando.

Para terminar le deseo a la vieja Chila, que nos acompañe por mucho mas tiempo, para que la sigan visitando de España, de Chile, de la United, a pedirles un autógrafo y así a su regreso, decir que conocieron a la vieja Chila, y que también visitaron a Latina Stereo. Espero, que se le de mas años de vida, pa que siga gozando con la Salsa.

Y nosotros de su alegría,
y na ma.